Pieza multidisciplinar de artes vivas de la compañía Quemar las Naves

Éramos unos niños que escuchaban música en su cuarto te invita a volver a tu cuarto de adolescente y a poner un disco. En concreto, te invita a escuchar el álbum de debut de esta obra de artes en vivo que entrelaza texto y sonido.

Siguiendo el orden de las canciones, la obra invoca el poder sanador de la música y el poder oscuro de la música en la adolescencia. Parece preguntar: «¿Cuánta vida tuya hay en la cultura pop? ¿Qué conservas de tu cuarto de adolescente? ¿Puede la música hacerte volver a ese cuarto? ¿Por qué los referentes musicales adquieren tanta importancia en el momento vital de la adolescencia? ¿Y después? ¿Qué significa ser fan? ¿Qué buscamos?».

Inspirados en Josetxo Anitua (cantante de la brillante y pionera banda bilbaína Cancer Moon) y Patti Smith, la “cara A” de la obra muestra el éxito y reconocimiento, mientras la “cara B” simboliza la falta de éxito y el olvido.