Un ring de boxeo, 8 poetas y un árbitro.

Los poetas salen al ring de 2 en 2 (previo sorteo de las parejas) adoptando un color que les representara en ese asalto (Rojo o Azul, colores característicos del boxeo).

Cada poeta realiza su intervención y al finalizar, el público, poseedor de dos tarjetas que previamente han repartido la organización (una roja y otra azul al igual que los colores de los poetas), es el que decide quien pasa al siguiente asalto. Así sucesivamente hasta proclamar al ganador.

El ganador no recibe premio alguno, lo que realmente triunfa es la poesía en si misma.