Tutilimundi ha sido una residencia creativa desarrollada por la Compañía Le Guignol Orthopédique, dirigida por Andrea Waitzman, en el distrito de Carabanchel durante los meses de mayo y junio. A lo largo de este proyecto se han construido tres teatros en miniatura, para uno, dos o tres espectadores cada uno, partiendo de un grupo motor integrado por vecinos y vecinas del barrio que han trabajado como punto de partida en dos ejes principales: barrio (pasado, presente y futuro) y género.
Este proyecto ha recuperado la antigua técnica de los teatros en miniatura como un punto de partida para acercar un amplio abanico de recursos artísticos que han sido explorados durante el proceso de experimentación y producción y además ha servido para propiciar una relación más íntima entre espectador y creador.
Durante estos meses el grupo de trabajo generado, heterodoxo, intergeneracional y representativo del tejido barrial, se ha estado juntando para conocerse, hablar del barrio, de género y compartir. Las cajitas lambe lambe han sido una excusa pequeña y grande a la vez para hacer comunidad y desarrollar un proceso de creación artística y participativa que ha culminado en una muestra en el parque, junto al centro cultural Lázaro Carreter el sábado 30 de junio. En esta muestra cada se han presentado cada una de las tres cajitas resultantes que contienen un universo diferente a la espera de ser espiados por quien se haya querido acercar.
El 24 de julio de 2010 todas las personas de la Tierra fueron invitadas a grabar un momento de su vida para formar parte del primer documental colectivo, ‘Life in a day’, producido por Ridley Scott. La convocatoria resultó un éxito y dio lugar a una serie de propuestas similares, como la versión española dirigida por Isabel Coixet, ‘Spain in a day’.
Con esta misma esencia, pero a nivel local, nace ‘Usera en un día’. Este proyecto colectivo y cinematográfico ha buscado mostrar cómo es un día cualquiera en el distrito más multicultural de Madrid, que cuenta con vecinos y vecinas de 120 nacionalidades.
El proyecto, cuyo objetivo ha sido fomentar la participación, integración y creatividad vecinal, ha estado desarrollado por Espacio Oculto, un agente cultural del propio distrito, quien ha propuesto el 10 de junio como ‘Día U’. Ese día, los vecinos, vecinas y visitantes estaban invitados a grabar cómo es un día cualquiera de su vida en el distrito.
La cinta resultante, creada a partir de los 198 vídeos recibidos, se ha convertido en un documental que ha dado muestra de la vida del distrito desde la caleidoscópica mirada de sus habitantes. El documental ha sido proyectado por primera vez en septiembre en la pantalla de Cinema Usera y ha itinerado después por los centros culturales del distrito.
La historia de Vicálvaro es singular y digna de ser contada. Es más que un distrito, más que un barrio. Es más que un pueblo. Y por ello, desde CiudaDistrito, y en diálogo con la Junta, se ha querido recuperar su historia, la cual, contada a través de sus vecinos y vecinas, se ha convertido en un documental.
La productora Zoombidos, a través de Alberto Pla, ha contactado con diversas asociaciones de vecinos, espacios e instituciones, para recoger sus testimonios entre los meses de julio a diciembre de 2017. Toda la documentación generada durante este período se ha convertido en un documental que ha sido presentado a comienzos de 2018 en los centros culturales del distrito para que todos los vecinos y vecinas sean partícipes de la memoria histórica de su barrio. En la actualidad, está disponible en el canal de YouTube de CiudaDistrito, y ya cuenta con más de 14.000 reproducciones.
Este trabajo parte de la historia de Vicálvaro, que fue un municipio independiente hasta su anexión por la capital, en octubre de 1951. A partir de entonces formó parte de los distritos de Vallecas, Ventas y Moratalaz, hasta que en la última división administrativa de la ciudad, aprobada en 1987, adquirió la calidad de Distrito. Se subdivide en dos barrios: Casco Histórico de Vicálvaro y Ambroz, pero no tienen correspondencia con la percepción vecinal, que dibuja tres barrios muy diferentes: Valdebernardo, Vicálvaro y Valderrivas.
Desde entonces y hasta ahora, muchas historias han recorrido su territorio, que ha sido atravesado por cambios sociales, luchas vecinales y también muchos momentos de encuentro y de fiesta en sus míticas salas de conciertos y bares, y cómo no, en sus fiestas. En la actualidad el crecimiento de los barrios de Valdebernardo y Valderrivas han rejuvenecido la población vicalvareña, situando al distrito como el más joven de la ciudad.
La historia reciente de Vicálvaro es la historia de sus gentes, de los vecinos y vecinas que habitan su territorio. Y por eso ha nacido ‘Vicálvaro, más que un pueblo’, un proyecto que ha reflejado de manera audiovisual la memoria del distrito, construyendo un relato coral con múltiples voces que dan cuenta de la diversidad de visiones a partir de recuerdos, testimonios e indagaciones en el archivo histórico del distrito.
La C.O.S.A. es una estación móvil de grabación y experimentación sonora de proximidad, un sistema de sonido ambulante al servicio de los ciudadanos o según sus siglas, un Centro Organizado de Sonido Ambulante, que llega a los barrios entonando una cantinela que bien podría ser la del tapicero o cualquier servicio ‘puerta a puerta’.
El proyecto La C.O.S.A. supone una continuación al proyecto Picó en el barrio, que se realizó en 2016 desde CiudaDistrito con Chico Trópico. Este proyecto comunitario consistió en un proceso de ‘mapeo’ de propuestas musicales y sonoras hechas por jóvenes y mayores en Villaverde y culminó con un festival en un parque público en Villaverde Bajo y unos talleres experimentales donde los jóvenes aprendieron a desarrollar su creatividad creando música con ‘apps’ o con herramientas cotidianas de su día a día.
A raíz de esta experiencia y después de observar la cantidad de talento existente en el distrito, el colectivo Chico Trópico ideó un sistema de sonido en la vía pública que pudiera registrar todo esa diversidad musical y reconvirtió una caravana en estudio de grabación. La C.O.S.A pretende ‘sacar’ la cultura a la calle, generar espacios innovadores de convivencia vecinal y visibilizar la cultura comunitaria.
LA C.O.S.A. estuvo circulando durante octubre y diciembre de 2017 por los diferentes barrios del Distrito de Villaverde (Villaverde Bajo, San Cristóbal de los Ángeles, Butarque y Villaverde Alto), grabando y experimentando con los sonidos y músicas de los barrios, para generar un mapa sonoro del distrito. En el transcurso de los ocho encuentros los vecinos y vecinas grabaron cinco discos y tres ‘sampleos vecinales’ -experimentos de canciones con sonidos del entorno-. El proceso quedó registrado en tres videoresumenes.
En 2018 en noviembre y diciembre la C.O.S.A cambió de distrito y se instaló en el Centro Comunitario Guatemala de Fuencarral-el Pardo dispuesta a registrar todo el talento musical y sonoro de los vecinxs y vecinas. En dos sesiones de grabación se produjo el himno de grabación del Guatemala, se colaboró con la Asociación Tapori y entre otros visitantes grabó Niñato con su rap brutalmente honesto.
Desde septiembre de 2017 y hasta junio de 2018, en el barrio de La Guindalera, CiudaDistrito en colaboración con la Junta de Distrito de Salamanca y el espacio vecinal La Gasolinera se ha impulsado el Proyecto audiovisual Chaski que ha implicado a jóvenes entre 13 y 18 años en los espacios comunitarios y redes del barrio a través de la formación en herramientas audiovisuales.
Esta iniciativa ha proporcionado a un grupo de adolescentes la oportunidad de conocer las labores de reportero y aprender el manejo de herramientas digitales y audiovisuales de comunicación para contar lo que sucede en su barrio. Chaski surge del deseo de hacer un laboratorio creativo en medios audiovisuales con jóvenes emprendedores e imaginativos que vean en la radio, la fotografía y el vídeo una manera de expresión no sólo informativa, sino también artística y comunitaria.
Los talleres se han ido sucediendo desde septiembre de una manera creativa, abordando diferentes medios de comunicación y herramientas con la intención de capacitar a los chaskis en el manejo de las herramientas tecnológicas y destrezas necesarias para convertirse en un reportero.
En los talleres de sonido, la voz, la música, los efectos sonoros y el silencio han sido partes claves para la creación y elaboración de programas de radio y podcast. Se ha aprovechado para practicar formatos como la entrevista a partir de una conversación con el pintor Gabino Amaya que expuso en el centro cultural Buenavista en noviembre y se ha hecho la visita a Radio tentación (91.4 FM) para que los jóvenes chaskis conozcan un estudio profesional.
Otro de los contenidos claves del programa ha sido la fotografía como técnica única y preámbulo previo al vídeo. El reportaje, fotografía artística y creativa, uso -y no abuso- de ‘software’ de edición fotográfica han sido algunos de los temas que se han trabajado en las sesiones. Los chaskis han hecho diversos trabajos fotográficos, como el realizado desde la terraza de Centro Centro, desde la que se pueden ver unas maravillosas vistas de Madrid y desde donde realizaron un reportaje de fotografía documental del carnaval de Guindalera en el que todos los vecinos y vecinas lucieron sus mejores disfraces dentro de un ambiente festivo.
Por último, el vídeo es otra de las herramientas fundamentales en la capacitación de un reportero para contar historias en cortos y hacer reportajes. Los jóvenes han interactuado en los roles de directores, camarógrafos, sonidistas, guionistas productores, realizadores y editores y han realizado prácticas con la cámara cubriendo diferentes eventos.
Además de la capacitación en el manejo de herramientas audiovisuales, otro de los grandes objetivos del proyecto Chaski ha sido poder reforzar las redes vecinales existentes en el barrio, así como incorporar a nuevos vecinos y vecinas en las actividades culturales propuestas por los espacios existentes y fomentar dinámicas de participación y relación entre las diferentes comunidades. La idea ha sido dar a conocer de primera mano lo que sucede en el distrito y animar a la gente a participar en ello a través de esta creación de un grupo permanente de trabajo que desarrolle tareas de información y divulgación en el barrio. Los chaskis han estado cubriendo diversos eventos comunitarios de interés cultural o solidario como en el caso anteriormente mencionado del carnaval de Guindalera, el mercadillo solidario organizado ‘Guindalera por la convivencia’ para recaudar fondos en Navidad para ‘ningún niño sin sonrisa’ o realizando un reportaje sobre el huerto comunitario de La Gasolinera.
Los chaskis son jóvenes ávidos de conocimientos y con inquietudes propias y por eso también durante el desarrollo del proyecto han planteado algunos temas que les preocupan para abordarlos. Este es el caso del ‘bullying’ o acoso escolar, tema al que le han dedicado un reportaje audiovisual y un programa de radio.
Como cierre del proyecto, en junio se ha hecho una presentación de todos los trabajos realizados en el centro cultural y se ha invitado a todos los vecinos y vecinas colaboradores en el proyecto, esperando que los vínculos, afectos y colaboraciones generadas durante el camino sigan funcionando y creciendo para hacer del barrio de La Guindalera el lugar acogedor y activo que los vecinos y vecinas ya están consiguiendo.
Las fiestas populares de un barrio, un pueblo o una ciudad, son un elemento fundamental para la conformación de sus habitantes como comunidad. Se conmemora el pasado compartido, desplegando su memoria en las calles, y es en esta escenificación lúdica donde se produce una apropiación del espacio público por parte de los vecinos, el sentimiento de pertenencia a un lugar.
La festividad de La Melonera tiene su origen en la romería que se celebraba en septiembre hasta la ermita de la Virgen del Puerto. Ésta fue construida, en tiempos de Felipe V, con el objetivo de que las lavanderas del río Manzanares tuvieran un lugar de culto cercano a su lugar de trabajo. Esta base sirve para realizar un trabajo en colaboración con los vecinos y vecinas del Barrio imperial para recuperar sus fiestas populares.
En 2016 el colectivo Vendedores de Humo propone recuperar la antigua romería del en el barrio Imperial, armando un desfile que arranca de la Ermita de la Virgen del Puerto y que recorre las calles engalanado con elementos portátiles en los que quedaron impresos, con ayuda de los vecinos y vecinas, fragmentos de la historia del barrio de Arganzuela. Recorrieron las calles con banderines y estandartes acompañados por una charanga haciendo partícipe al distrito de la verbena y de la historia desplegada.
En 2017 a esta romería se le suma una radio verbena vecinal organizada por el colectivo Grupal Crew Collective . La Radio Verbena fue una creación colectiva que se realizó a través de micro-talleres de creación sonora y radiofónica. Los jingles, las ráfagas, el pregón y el himno de la celebración se elaboraron con las personas participantes en las semanas previas y a lo largo de la programación, y fueron otra oportunidad para el intercambio y la colaboración entre vecinas y vecinos.
En 2018 se ha vuelto a celebrar por tercer año consecutivo la romería, que esta vez ha tenido como colofón las actuaciones de Elías e Ignacio, Los celos y Anto Rodriguez. Además a las celebraciones se le ha sumado un programa de actividades organizadas por las Asociaciones vecinales como bicicletada, ruta de tapas y comida en el Huerto de las Vías. Este año la actividad se ha organizado en colaboración con Mirador Arganzuela.
‘¿Bailamos?’ es un proyecto de la bailarina y coreógrafa Elena Córdoba que ha comenzado en octubre de 2018 en el centro comunitario Guatemala y se desarrollará hasta mayo de 2019 con el objetivo de crear grupos de baile de mayores.
Estos grupos de baile han constituido focos de trabajo sobre el cuerpo que envejece y han tenido como herramienta el acto de bailar, un acto común que nos ayuda a entender el cuidado físico y social de nuestro cuerpo. Estos grupos han sido lugares activos de encuentro, de entrenamiento y de irradiación de la actividad del cuerpo mayor, de sus capacidades y de sus potencias.
La danza está presente en todos los cuerpos. Cada persona que se pone a bailar aprende de su cuerpo una lección de cuidado, de placer y de naturaleza. Mientras bailamos respiramos mejor, movemos músculos que ni siquiera sabíamos que existen, pisamos el suelo más seguros de nuestro equilibrio, parece que fuéramos los dueños del espacio que atravesamos con cada paso. Por esto el baile es una herramienta óptima para el trabajo del cuerpo en un momento de la vida donde la relación con el movimiento se vuelve dolorosa y compleja. Con ayuda de la música y de la imaginación, el cuerpo que baila transforma sus límites, y experimenta su potencia.
En el proyecto ‘¿Bailamos?’ se ha unido la práctica de la danza con una serie de actividades que han propiciado una reflexión sobre el cuerpo, sobre la concepción social del envejecimiento y el papel del cuerpo mayor en la sociedad. Además, se ha propuesto una línea de programación de actividades que tienen como actor principal el cuerpo que envejece. ‘¿Bailamos?’ se ha desarrollado a través de dos líneas de trabajo, por un lado talleres de danza semanales, y por otro lado, la programación de un salón de baile una vez al mes.
En los talleres semanales se han abordado distintas maneras de bailar, desde los bailes de salón a la creación de un movimiento personal e improvisado. Se ha partido de entrenamientos que han puesto a punto la sensibilidad de los cuerpos y han ayudado a conocer sus capacidades. Los fundamentos de este trabajo corporal han estado sustentados en el estudio de la anatomía y fisiología del cuerpo que envejece, en sus limitaciones y en sus potencias. A través de estas danzas se ha aprendido a respirar con profundidad, a colocar la columna, a mirar con claridad al moverse, a movilizar las articulaciones, a reforzar las ideas de equilibrio y simetría, a jugar con el desequilibrio como un motor de movimiento, a experimentar la fuerza muscular, a darle un espacio de placer y de creatividad a los movimientos del cuerpo.
Por otra parte, los salones de baile han sido actividades públicas con una periodicidad mensual donde se han desarrollado distintas actividades en torno al baile y al cuerpo que envejece.
En el grupo de trabajo, mayores y docentes han tenido un papel activo en el diseño y organización de estos eventos festivos. Se habla de salones porque han sido espacios festivos donde se ha querido devolver al baile su papel social. Estos salones mensuales han estado abiertos al público, de manera que se han convertido en un foco activo que ha irradiado una cultura del baile y del cuerpo, más allá de los participantes y que ha podido llegar a las familias, al barrio y a las otras comunidades que desarrollan su actividad en el centro comunitario Guatemala.
Durante el 2018 se han realizado los dos primeros de estos salones. El primero en octubre, con una orquestina de baile y merienda para inaugurar el espacio social, ha contado con la presencia de la voz Raquel Sánchez, la guitarra de Cy Williams, el violín de Luz Prado y la batería de Nilo Gallego. El segundo salón, celebrado en diciembre, la bailarina María José Pire ha introducido a los participante en los bailes de salón para aprender los pasos del merengue, foxtrot o swing acompañados por el DJ Javier Lozano.
Durante 2019 se han continuado los talleres hasta mayo y además de Elena Córdoba, en las clases están trabajando Patricia Torrero que imparte una aproximación al flamenco, Camila Monasterio que ha montado canciones en coro y Jesús Rubio que ha construido una coreografía para ellos que Elena irá perfilando en clase y que será estrenada en el último salón. Además María Salgado ha impartido un taller a través de coplas y canciones.
Las fechas de Salones de baile previstos para 2019 son: el viernes 22 de febrero con la lectura del último libro de María Salgado y una sesión de baile con María como DJ; el viernes 29 de marzo con una invitación al baile en la que distintos bailarines irán a bailar y pronponer pautas y bailes compartidos; el viernes 26 abril que girará en torno a un «Bailarse el cine», haciendo un recorrido por el cine bailado de la mano del actor, guionista y bailarín Emilio Tomé; y el viernes final, 31 mayo, donde se preparará un salón con orquesta y se estrenará la coreografía hecha para el grupo de baile Guatemala por el coreógrafo Jesús Rubio Gamo.
El colectivo Chico-Trópico, centralita de acciones artísticas vinculadas al arte sonoro y la música popular y experimental en funcionamiento desde 2010 en Madrid, ha propuesto por tercer año consecutivo un proyecto musical para desarrollar en el distrito de Villaverde y así continuar el camino emprendido, profundizando en el mapeo y activación de los vecinos y vecinas del distrito.
En 2017, Chico-Trópico recorrió los diferentes barrios de Villaverde con La C.O.S.A., una caravana convertida en estudio de grabación, que tuvo como resultado una experiencia estimulante de creación comunitaria en plena calle, que dio lugar a 5 discos, y multitud de vídeos y experimentos sonoros de niños, niñas, jóvenes, vecinos y vecinas de todas las edades. Es con estos vecinos y vecinas con los que se ha continuado trabajando y creando colectivamente en este nuevo proyecto: La opereta del barrio.
Muchos han sido los vecinos y vecinas de Villaverde que han participado en este nuevo proyecto. Werty, rapero con una extensa producción propia, de Villaverde Bajo; Sara Lasfar (Medusa), rapera y cantante dedicada al trap y el afrotrap, de Butarque; Carmen Vicente Andrade, cantante lírica y pianista, de San Cristóbal; Eliseo, niño de 8 años con una prodigiosa habilidad para la batería, de San Cristóbal; Raúl, cantante flamenco, de San Cristóbal; Alfonso (Dj Urban Shuffer) batería y armado de una cabina de dj y producción electrónica, de Villaverde Bajo; José, interesado en la percusión y la batería, de Las Torres; Katrina, cantante de poderosa voz, de Villaverde Alto, el Coro Corinto de San Cristóbal… Estos son algunos de los jóvenes identificados durante el proceso de La C.O.S.A. que colaboraron estrechamente en las producciones y que manifestaron interés en continuar creando y colaborando.
La opereta del barrio ha significado un trabajo colectivo para generar un espectáculo musical de creación comunitaria que ha sido estrenado en el Centro sociocultural Santa Petronila de Villaverde. Este proyecto ha comenzado a desarrollarse en octubre de 2018 a partir de unos talleres creativos con artistas invitados en este centro sociocultural y ha durado hasta febrero de 2019, fecha en la que ha sido el estreno de la pieza musical resultante: Súper.
Súper ha sido una performance sonora comunitaria mutante festiva subterránea en Villaverde. Un espectáculo híbrido que combinó música, experimentos sonoros, teatro de acción y videocreaciones realizado en conjunto con una docena de vecinos y vecinas en Villaverde.
La producción se ha creado a lo largo de una serie de talleres y encuentros semanales en los que se ha trabajado desde el guión del espectáculo basado en la acción, a la escenografía, las composiciones musicales, la puesta en escena basada en gran medida en vídeo o el vestuario.. El colectivo artístico Chico-Trópico, apoyado en otros profesionales, ha desarrollado la dirección de producción, además de la dirección pedagógica y musical.
Súper nos presenta un misterioso mundo subterráneo. No sabemos por qué todas estas personas se encuentran bajo tierra. Quizá algún cataclismo o guerra en la superficie los obligó a refugiarse en un parking subterráneo. De todas formas, y naturalmente, se ha formado un pueblo. Nos detenemos en la cultura subterránea que generan y es ahí que estos supervivientes se expresan en una Fiesta. Están ustedes invitados al festejo.
El estreno ha tenido lugar en un escenario inusual: el parking del Centro Cultural Santa Petronila, en Villaverde.
‘Barrios’ es un proyecto que ha propuesto trabajar con los jóvenes del distrito de Villaverde y de Usera para realizar con ellos un proceso creativo a través del ‘hip hop’.
El proyecto ‘Barrios’ nace con la intención de contar los barrios de verdad, desde dentro, desde los ojos de los chicos y chicas que los viven, más allá de miradas mediáticas. Y para ello se ha utilizado como herramienta la música, las letras y las ganas de hacer un recorrido que propone sacar la creatividad que todos llevamos dentro.
Este proyecto, desarrollado por Másquepalabras Colectivo y Asociación Bombo y caja en colaboración con Intermediae y CiudaDistrito, se ha articulado mediante una metodología de trabajo que combina talleres estables con actividades de cultura urbana, todo ello sostenido a partir de una cuidada mediación en los barrios con las redes vecinales y artísticas existentes. La preparación del proyecto comienza antes del verano de 2017 y se inaugura oficialmente con unas ‘block parties’ urbanas en septiembre. Desde ese momento, y hasta junio de 2018, se han realizado talleres semanales con grupos estables en los dos distritos una vez por semana. La fiesta de cierre ha tenido lugar el 15 y 16 de junio de 2018.
Los talleres han sido impartidos por Álvaro Embid e Iñigo Lorón, de la Asociación Bombo y Caja. Se han completado con colaboraciones con diferentes proyectos y artistas, como Jhana, que ha impartido una masterclass de ‘beat box’ y una actuación abierta al público, con La C.O.S.A y Gabriel Marinero, quienes han grabado las canciones escritas por los chicos y chicas del barrio y con talleres de interpretación artística por Dano y Javi ‘El Gordo’. Además, en las fiestas ha participado un cartel que ha mezclaba artistas de los propios territorios en los que se ha realizado el proyecto con figuras de prestigio internacional. En Villaverde, los conciertos han corrido a cargo de Denom, Ocer y Rade, Dano, Emi Rap, Duruyae, Terrier P y DJ Palaz y en Usera se ha contado con las actuaciones de Fyahbwoy, Nathy Peluso, Aaron Balitti, Bsoul, Gente Jodida, Omar Montes y DJ Tony Karate. La coordinación artística ha sido realizada por el colectivo Masquepalabras, con Javier Benedicto al frente.
Durante 2018 y a lo largo de 2019 ‘Barrios’ continúa su recorrido con muchos retos por delante. Uno de ellos, consolidarse como el germen de un laboratorio de cultura urbana en la ciudad de Madrid, similar al que existe en muchas otras ciudades europeas. Así, la segunda edición del proyecto comenzará en septiembre de 2018 para reforzar el trabajo que se ha venidos haciendo y con el nuevo objetivo de ampliar públicos, edades y redes en los dos distritos. De igual manera que durante la primera edición (2017-2018), el proceso ha comenzado con talleres de forma paralela en dos barrios, por un lado afianzando el trabajo realizado con los grupos de jóvenes vinculados al proyecto y por otro generando nuevos nodos de trabajo e incorporando otras disciplinas urbanas y formatos como el arte urbano.
Para ello se ha diseñado un programa de actividad en el que las chicas y chicos interesados, tanto de Usera como de Villaverde, han sido invitados a participar en talleres de creación musical ‘hip hop’ y encuentros a modo ‘ jam session’ de periodicidad mensual que están permitiendo generar un espacio abierto de interacción musical en el que la diversidad artística y de estilos favorezca sinergias creativas. También se han programado talleres de creación plástica ‘graffiti’ de periodicidad mensual enfocados a niños y niñas a partir de 10 años.
En febrero de 2018 se entregaron cámaras desechables a veintiún participantes del proyecto Barrios, de edades comprendidas entre 6 y 12 años, con el fin de que retratasen su vida cotidiana en el barrio durante unos días. Con este material se elabora un foto libro que el 23 de abril de 2019 pone a disposición su versión online.
Junio de 2019 será el momento de ver los nuevos resultados de la andadura del proyecto y celebrar unos eventos públicos en el corazón del barrio de Las torres de Villaverde y Orcasur en Usera, que se llenarán de música y cultura urbana protagonizada por sus jóvenes vecinos.